MADRID – Tras unos desconcertantes meses en los que Donald Trump pareció arremeter contra la arquitectura institucional internacional nacida en las postrimerías de la segunda guerra mundial, diríase que el statu quo reemerge. Pero no es momento para la complacencia: el orden mundial liberal sigue amenazado. La sociedad civil tiene que asumir su responsabilidad.
MADRID – Tras unos desconcertantes meses en los que Donald Trump pareció arremeter contra la arquitectura institucional internacional nacida en las postrimerías de la segunda guerra mundial, diríase que el statu quo reemerge. Pero no es momento para la complacencia: el orden mundial liberal sigue amenazado. La sociedad civil tiene que asumir su responsabilidad.