MILÁN – Desde la crisis económica global, la marcada divergencia económica contribuyó a una alta volatilidad de los mercados accionarios. Las acciones están alcanzando precios relativamente altos según criterios convencionales, y los inversores comienzan a ponerse nerviosos.
MILÁN – Desde la crisis económica global, la marcada divergencia económica contribuyó a una alta volatilidad de los mercados accionarios. Las acciones están alcanzando precios relativamente altos según criterios convencionales, y los inversores comienzan a ponerse nerviosos.