LONDRES – Maijaan Nessa, una mujer musulmana de 38 años, nació en India de padres indios. Ha vivido allí, en el estado de Assam, toda su vida. Pero, hace siete años, fue declarada extranjera, la arrestaron y la detuvieron. Mientras languidecía detenida, su hijo mayor, angustiado, se suicidó. A pesar de esta devastadora tragedia personal, y las barreras creadas por la pobreza y el analfabetismo, su marido musulmán bengalí y el resto de su familia siguieron luchando por su liberación hasta que, casi cinco años después de haber sido detenida por primera vez, Maijaan fue liberada. Pero su condición está muy lejos de ser segura.
LONDRES – Maijaan Nessa, una mujer musulmana de 38 años, nació en India de padres indios. Ha vivido allí, en el estado de Assam, toda su vida. Pero, hace siete años, fue declarada extranjera, la arrestaron y la detuvieron. Mientras languidecía detenida, su hijo mayor, angustiado, se suicidó. A pesar de esta devastadora tragedia personal, y las barreras creadas por la pobreza y el analfabetismo, su marido musulmán bengalí y el resto de su familia siguieron luchando por su liberación hasta que, casi cinco años después de haber sido detenida por primera vez, Maijaan fue liberada. Pero su condición está muy lejos de ser segura.