COLOMBO – Ganar una guerra o una revolución para luego perder la paz ulterior es una de las desalentadoras verdades políticas de nuestro tiempo. En Irak, una rápida victoria militar sobre el régimen de Saddam Hussein pronto dio paso a la insurgencia, la guerra civil y el ascenso del criminal Estado Islámico. En Libia, Siria, Yemen y otros sitios, las esperanzas desencadenadas por la Primavera Árabe han sufrido un proceso similar para convertirse en una desesperación a menudo violenta.
COLOMBO – Ganar una guerra o una revolución para luego perder la paz ulterior es una de las desalentadoras verdades políticas de nuestro tiempo. En Irak, una rápida victoria militar sobre el régimen de Saddam Hussein pronto dio paso a la insurgencia, la guerra civil y el ascenso del criminal Estado Islámico. En Libia, Siria, Yemen y otros sitios, las esperanzas desencadenadas por la Primavera Árabe han sufrido un proceso similar para convertirse en una desesperación a menudo violenta.