BRUSELAS – Hace apenas cuatro meses, cuando el europeísta Emmanuel Macron fue elegido presidente de Francia, parecía que la Unión Europea finalmente podía aspirar a un período de calma. Pero la calma es lo último que se puede ver en las calles de Barcelona, donde las manifestaciones a favor de la independencia catalana -para la cual se llevó a cabo un referéndum que fue reprimido brutalmente por las fuerzas gubernamentales- se han topado con protestas igualmente potentes en su contra.
BRUSELAS – Hace apenas cuatro meses, cuando el europeísta Emmanuel Macron fue elegido presidente de Francia, parecía que la Unión Europea finalmente podía aspirar a un período de calma. Pero la calma es lo último que se puede ver en las calles de Barcelona, donde las manifestaciones a favor de la independencia catalana -para la cual se llevó a cabo un referéndum que fue reprimido brutalmente por las fuerzas gubernamentales- se han topado con protestas igualmente potentes en su contra.