SEÚL – El terreno geopolítico en el noreste de Asia está cambiando y, afortunadamente, las dos grandes democracias de la región, Japón y Corea del Sur, avanzan en una dirección similar. Si se impone un liderazgo prudente y estratégico tanto en Tokio como en Seúl, la enemistad histórica entre los dos países tal vez quede, finalmente, relegada al pasado y quizá mejore la seguridad en toda la región del Indo-Pacífico.
SEÚL – El terreno geopolítico en el noreste de Asia está cambiando y, afortunadamente, las dos grandes democracias de la región, Japón y Corea del Sur, avanzan en una dirección similar. Si se impone un liderazgo prudente y estratégico tanto en Tokio como en Seúl, la enemistad histórica entre los dos países tal vez quede, finalmente, relegada al pasado y quizá mejore la seguridad en toda la región del Indo-Pacífico.