CHEVY CHASE, MARYLAND – Imagínese esta situación. Es el año 1966. Usted está de pie en una oficina del gobierno en Washington, D.C., viendo como un funcionario uniformado le dice a un hombre vestido con atuendo formal de negocios: “su misión es eliminar a un enemigo que ha matado a más personas que ambas guerras mundiales combinadas. Contará con un presupuesto paupérrimo, un equipo pequeño y, si fracasa, el ministro negará tener conocimiento sobre sus acciones”.
CHEVY CHASE, MARYLAND – Imagínese esta situación. Es el año 1966. Usted está de pie en una oficina del gobierno en Washington, D.C., viendo como un funcionario uniformado le dice a un hombre vestido con atuendo formal de negocios: “su misión es eliminar a un enemigo que ha matado a más personas que ambas guerras mundiales combinadas. Contará con un presupuesto paupérrimo, un equipo pequeño y, si fracasa, el ministro negará tener conocimiento sobre sus acciones”.