NUEVA DELHI – A fines del mes pasado, cuando dos estados de la India y la capital nacional fueron asediados por turbas violentas que protestaban contra la condena dictada a su líder espiritual por violación de dos seguidoras menores de edad, los indios tuvieron que confrontar varias verdades dolorosas sobre el país.
NUEVA DELHI – A fines del mes pasado, cuando dos estados de la India y la capital nacional fueron asediados por turbas violentas que protestaban contra la condena dictada a su líder espiritual por violación de dos seguidoras menores de edad, los indios tuvieron que confrontar varias verdades dolorosas sobre el país.