El nuevo Primer Ministro del Japón, Shinzo Abe, ha tardado muy poco en empezar a dejar su impronta, en particular en política exterior. Sus visitas oficiales a China y Corea del Sur, países decisivos, los dos, con los que las relaciones se resintieron durante el gobierno de Junichiro Koizumi, se produjeron durante la primera semana de su mandato y en un momento de crisis, en vista de que Corea del Norte había llevado a cabo una explosión nuclear subterránea. El hecho de que el Primer Ministro Abe y el Presidente chino Hu Jintao convinieran en que "no se puede tolerar" una prueba nuclear coreana indica que ese nuevo activismo puede contribuir a estabilizar la seguridad asiática.
El nuevo Primer Ministro del Japón, Shinzo Abe, ha tardado muy poco en empezar a dejar su impronta, en particular en política exterior. Sus visitas oficiales a China y Corea del Sur, países decisivos, los dos, con los que las relaciones se resintieron durante el gobierno de Junichiro Koizumi, se produjeron durante la primera semana de su mandato y en un momento de crisis, en vista de que Corea del Norte había llevado a cabo una explosión nuclear subterránea. El hecho de que el Primer Ministro Abe y el Presidente chino Hu Jintao convinieran en que "no se puede tolerar" una prueba nuclear coreana indica que ese nuevo activismo puede contribuir a estabilizar la seguridad asiática.