El derrame cerebral incapacitante del Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, ha vuelto a dejar la política isrealí inmersa en la confusión o eso parece. Sharon estaba considerado el vencedor seguro en las elecciones previstas para marzo, para las cuales había organizado su propio partido Kadima ("Adelante") y se había atraído a figuras del Partido Laborista, por la izquierda, y del partido Likud, por la derecha, pero, ¿de verdad será su salida de la vida pública tan desestabilizadora como indican muchos observadores?
El derrame cerebral incapacitante del Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, ha vuelto a dejar la política isrealí inmersa en la confusión o eso parece. Sharon estaba considerado el vencedor seguro en las elecciones previstas para marzo, para las cuales había organizado su propio partido Kadima ("Adelante") y se había atraído a figuras del Partido Laborista, por la izquierda, y del partido Likud, por la derecha, pero, ¿de verdad será su salida de la vida pública tan desestabilizadora como indican muchos observadores?