PARÍS – El debate sobre Crimea ya no está centrado en el derecho internacional: el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha reconocido públicamente que no se siente vinculado por él y no le importa que el resto del mundo considere ilegales las acciones de Rusia. Lo que no está claro es si la economía de Rusia puede soportar la carga de los objetivos de Putin en Ucrania.
PARÍS – El debate sobre Crimea ya no está centrado en el derecho internacional: el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha reconocido públicamente que no se siente vinculado por él y no le importa que el resto del mundo considere ilegales las acciones de Rusia. Lo que no está claro es si la economía de Rusia puede soportar la carga de los objetivos de Putin en Ucrania.