La opción de Serbia

El 20 de enero los serbios acudirán a las urnas para la primera vuelta de unas elecciones presidenciales que pueden decidir el futuro del país para las próximas décadas. A medida que el nuevo gobierno de Kosovo prepara una declaración unilateral de independencia, los serbios se enfrentan a una elección difícil: conservar Kosovo y cortar en efecto los lazos con la Unión Europea, o aceptar la dolorosa realidad de la independencia kosovar y optar por un nuevo futuro con la UE.

El Presidente liberal pro-europeo de Serbia, Boris Tadic, sigue siendo el favorito, pero las encuesta indican que su ventaja sobre Tomislav Nikolic, del ultranacionalista Partido Radical Serbio, se ha reducido hasta quedar dentro del margen de error.

La campaña de Nikolic, cuyo líder de partido, Vojislav Seselj, está actualmente en juicio por crímenes de guerra en La Haya, se ha basado en una plataforma antioccidental, euroescéptica y abiertamente chovinista que explota el tema de Kosovo en todo momento y que ha puesto a Tadic y a otros pro-europeos a la defensiva. Su argumento de que Kosovo debe seguir siendo parte integrante de Serbia y que Rusia es un aliado más natural (eslavo) para los serbios que la pérfida Europa es bien recibido en un país traumatizado por su pasado reciente.

Sin embargo, el verdadero problema de Tadic no son sus enemigos, sino sus amigos. Su compañero de coalición, el Primer Ministro Vojislav Kostunica, recurre cada vez más a una retórica nacionalista dura que no se distingue de la de Nikolic y los radicales. Además de rehabilitar a muchos personajes de la era de Milosevic y de negarse a arrestar al General Ratko Mladic, acusado de crímenes de guerra, Kostunica frecuentemente se expresa con desdén sobre la UE e insiste en que si ésta reconoce la independencia de Kosovo, Serbia se alejará de Europa y buscará relaciones más estrechas con Rusia.

Bajo presión por todas partes, Tadic ha tenido que mantener la ficción de que defiende una posición maximalista en Kosovo ("no transigir") mientras intenta conservar y mejorar la relación de Serbia con la UE, que considera crucial para revertir el terrible legado de dos décadas de guerra y aislamiento.

A diferencia de la secesión pacífica de Montenegro en 2006, la pérdida de Kosovo representa un duro golpe para Serbia, debido al lugar que ocupa en la conciencia nacional. Kosovo funciona como la fuente del mito fundacional del Estado serbio y como depósito de sus tradiciones culturales e históricas. Es la esencia espiritual de la "Serbia celestial", el sitio donde se encuentran sus más importantes iglesias ortodoxas y, por lo tanto, dista mucho de ser una simple porción de territorio. En este cuento, la UE es simplemente el más reciente en una larga lista de poderes extranjeros depredadores y sin escrúpulos que han atacado la identidad y el orgullo serbio.

BLACK FRIDAY SALE: Subscribe for as little as $34.99
BF2024-Onsite-1333x1000

BLACK FRIDAY SALE: Subscribe for as little as $34.99

Subscribe now to gain access to insights and analyses from the world’s leading thinkers – starting at just $34.99 for your first year.

Subscribe Now

Desde la perspectiva de la Unión Europea (y de muchos liberales serbios), esta historia suena mucho a jingoísmo, a darse una importancia obsesiva y a un apego continuo a hacer el papel de víctimas. Serbia está atrapada en un mundo de nacionalismo del siglo XIX y se niega a reconocer las nuevas realidades globales de la interdependencia económica, la reciprocidad entre Estados y el colectivismo –características todas de la UE de hoy.

Los funcionarios de la UE subrayan que un Kosovo independiente estará sujeto a un nivel sin precedentes de supervisión. La UE “administrará” en efecto la independencia de Kosovo mediante una fuerza policíaca y una administración civil considerables. Además, la ambición de Kosovo de adherirse a la UE en la próxima década significa que el trato que le dé a su minoría serbia será objeto de un examen minucioso e intensivo.

Tadic y otros serbios que miran hacia fuera entienden la naturaleza del proceso de adhesión de la UE y, en particular, la forma en que funciona como mecanismo de solución de controversias y estimula la inversión extranjera directa, más comercio, un crecimiento económico acelerado y una administración pública más eficaz. La ampliación de la UE hacia el Este proporciona pruebas concluyentes que apoyan este punto de vista y demuestra la forma en que la evolución de la UE también ha fomentado una reconceptualización fundamental de la soberanía como algo separado del territorio y difuso, y no estático e inmutable.

Aunque la pérdida de soberanía sobre Kosovo sin duda será dolorosa para Serbia en el corto plazo, los beneficios a largo plazo para toda la región de los Balcanes occidentales de una futura adhesión a la UE son mucho más importantes. Como líder regional natural, Serbia puede aspirar a cosechar las ventajas a medida que todos los Estados avancen hacia la membresía.

La dificultad para Tadic yace en convencer a los electores serbios de que acercarse a la UE es infinitamente preferible a permanecer ligados a un concepto obsoleto de Estado que sólo puede conducir al aislamiento y el atraso.

https://prosyn.org/fzvkMepes