MOSCÚ – Hace dos años, un largo proceso de autoritarismo y aislacionismo creciente bajo el presidente Vladímir Putin culminó con la anexión rusa de Crimea. Pero aunque la comunidad internacional condenó la acción, los rusos aparentemente la recibieron con agrado. De hecho, el “regreso” de la península al control ruso tuvo un profundo efecto sobre la opinión pública, que parece haber fortalecido el poder de Putin, a pesar de los profundos desafíos políticos y económicos a los que se enfrenta Rusia.
MOSCÚ – Hace dos años, un largo proceso de autoritarismo y aislacionismo creciente bajo el presidente Vladímir Putin culminó con la anexión rusa de Crimea. Pero aunque la comunidad internacional condenó la acción, los rusos aparentemente la recibieron con agrado. De hecho, el “regreso” de la península al control ruso tuvo un profundo efecto sobre la opinión pública, que parece haber fortalecido el poder de Putin, a pesar de los profundos desafíos políticos y económicos a los que se enfrenta Rusia.