DAVOS – Los modelos económicos existentes tradicionales están basados en dos supuestos fundamentales: primero, los humanos son actores esencialmente egoístas que actúan de forma racional para lograr sus propios intereses –llamados homo economicus; sin embargo, como pretendió sugerir la metáfora de Adam Smith de la “mano invisible”, la conducta individualista de las personas puede desembocar en automático al bien común. A todas luces, los dos supuestos son falsos.
DAVOS – Los modelos económicos existentes tradicionales están basados en dos supuestos fundamentales: primero, los humanos son actores esencialmente egoístas que actúan de forma racional para lograr sus propios intereses –llamados homo economicus; sin embargo, como pretendió sugerir la metáfora de Adam Smith de la “mano invisible”, la conducta individualista de las personas puede desembocar en automático al bien común. A todas luces, los dos supuestos son falsos.