El gobierno francés debería estar honrando al gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, por haber salvado a la Société Générale de la bancarrota segura durante el actual escándalo del corredor descontrolado, y no estarlo criticando, como lo han hecho algunos altos funcionarios. En los círculos bancarios es sabido que "en boca cerrada no entran moscas". Pero si las cosas hubieran sucedido como el equipo del Presidente Nicolas Sarkozy en el Palacio del Eliseo hubiera deseado, Noyer habría informado inmediatamente al gobierno de los problemas de la Société Générale.
El gobierno francés debería estar honrando al gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, por haber salvado a la Société Générale de la bancarrota segura durante el actual escándalo del corredor descontrolado, y no estarlo criticando, como lo han hecho algunos altos funcionarios. En los círculos bancarios es sabido que "en boca cerrada no entran moscas". Pero si las cosas hubieran sucedido como el equipo del Presidente Nicolas Sarkozy en el Palacio del Eliseo hubiera deseado, Noyer habría informado inmediatamente al gobierno de los problemas de la Société Générale.