PARÍS – En 2003, Francia, durante la presidencia de Jacques Chirac, tomó la delantera en la oposición a la invasión del Iraq de Sadam Husein preparada por los Estados Unidos. El llamativo discurso del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Dominique de Villepin, en las Naciones Unidas encarnó el “espíritu de resistencia” contra una aventura que resultó peligrosa. En 2011, durante la presidencia de Nicolas Sarkozy, Francia ha adoptado de nuevo una posición muy notoria sobre una cuestión de guerra y paz, excepto que ahora los franceses, junto con los británicos, están encabezando la lucha para proteger al pueblo de Libia de su excéntrico y brutal dirigente, coronel Muamar el Gadafi.
PARÍS – En 2003, Francia, durante la presidencia de Jacques Chirac, tomó la delantera en la oposición a la invasión del Iraq de Sadam Husein preparada por los Estados Unidos. El llamativo discurso del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Dominique de Villepin, en las Naciones Unidas encarnó el “espíritu de resistencia” contra una aventura que resultó peligrosa. En 2011, durante la presidencia de Nicolas Sarkozy, Francia ha adoptado de nuevo una posición muy notoria sobre una cuestión de guerra y paz, excepto que ahora los franceses, junto con los británicos, están encabezando la lucha para proteger al pueblo de Libia de su excéntrico y brutal dirigente, coronel Muamar el Gadafi.