El triunfo de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales celebradas en mayo y ahora la victoria de su partido, la UMP, en las elecciones legislativas, ha brindado la oportunidad más favorable en decenios para una profunda reforma estructural en Francia. No sólo ganó Sarkozy la presidencia con el 53 por ciento de los votos, sino que, además, su índice de aprobación ha subido luego vertiginosamente hasta el 62 por ciento, después de que formara un gobierno no excluyente con destacados miembros de la oposición.
El triunfo de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales celebradas en mayo y ahora la victoria de su partido, la UMP, en las elecciones legislativas, ha brindado la oportunidad más favorable en decenios para una profunda reforma estructural en Francia. No sólo ganó Sarkozy la presidencia con el 53 por ciento de los votos, sino que, además, su índice de aprobación ha subido luego vertiginosamente hasta el 62 por ciento, después de que formara un gobierno no excluyente con destacados miembros de la oposición.