El antiguo automóvil Modelo T contaba con pocos dispositivos de seguridad pero, claro, con un motor de 20 caballos tampoco podía ir muy rápido. La creación de autos más rápidos y poderosos trajo beneficios, pero también mayores riesgos, demandando la creación de más dispositivos de seguridad. La acelerada integración de los mercados internacionales de bienes, servicios, ideas, trabajo y capital también genera tanto riesgos como beneficios. Una economía internacionalizada incapaz de soportar las consecuencias sociales adversas de las inevitables crisis y golpes es como un auto con el poder de un deportivo pero con los dispositivos de seguridad del Modelo T.
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