LONDRES – Hace unos días, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, recurrió a Twitter -su medio preferido- para declarar que no necesitaba del permiso de China para contactar a Taiwán, porque China no le pedía permiso para devaluar su moneda. En ese momento, mi esperanza de que el cambio radical personificado por Trump fuera económicamente beneficioso para Estados Unidos disminuyó.
LONDRES – Hace unos días, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, recurrió a Twitter -su medio preferido- para declarar que no necesitaba del permiso de China para contactar a Taiwán, porque China no le pedía permiso para devaluar su moneda. En ese momento, mi esperanza de que el cambio radical personificado por Trump fuera económicamente beneficioso para Estados Unidos disminuyó.