ATLANTA – Diásporas, las hubo desde el Viejo Testamento; y dejando a un lado su naturaleza trágica, no hay dos éxodos masivos que se parezcan. En el siglo XX, el mundo vio a los judíos huir de los pogromos, de la revolución bolchevique y de Hitler; a los afroamericanos migrar en masa desde el sur segregacionista; y a los vietnamitas escapar de un país en guerra. En este siglo, sirios, iraquíes y afganos han huido de liberaciones fracasadas y de guerras sectarias brutales; salvadoreños, guatemaltecos y hondureños se alejan a pie de la pobreza y la violencia; y ahora, millones de ucranianos recién llegados a Europa y otros lugares se preguntan si podrán volver a casa y cuándo.
ATLANTA – Diásporas, las hubo desde el Viejo Testamento; y dejando a un lado su naturaleza trágica, no hay dos éxodos masivos que se parezcan. En el siglo XX, el mundo vio a los judíos huir de los pogromos, de la revolución bolchevique y de Hitler; a los afroamericanos migrar en masa desde el sur segregacionista; y a los vietnamitas escapar de un país en guerra. En este siglo, sirios, iraquíes y afganos han huido de liberaciones fracasadas y de guerras sectarias brutales; salvadoreños, guatemaltecos y hondureños se alejan a pie de la pobreza y la violencia; y ahora, millones de ucranianos recién llegados a Europa y otros lugares se preguntan si podrán volver a casa y cuándo.