LONDRES – La atención excluyente al Mundial de fútbol (durante el cual se prevé que alrededor de un millón de aficionados extranjeros, muchos de ellos europeos o estadounidenses, se congregarán en Moscú y otras ciudades rusas) amenaza con enmascarar el grado de alejamiento que hay entre Rusia y Occidente. De hecho, las relaciones entre ambas partes hoy son puramente funcionales; ha comenzado una nueva Guerra Fría.
LONDRES – La atención excluyente al Mundial de fútbol (durante el cual se prevé que alrededor de un millón de aficionados extranjeros, muchos de ellos europeos o estadounidenses, se congregarán en Moscú y otras ciudades rusas) amenaza con enmascarar el grado de alejamiento que hay entre Rusia y Occidente. De hecho, las relaciones entre ambas partes hoy son puramente funcionales; ha comenzado una nueva Guerra Fría.