MADRID – Tras años de estar al margen, Rusia ha vuelto al centro del juego geoestratégico en Oriente Próximo. Con el trasfondo de la equívoca política de Estados Unidos, la calculada intervención rusa en la guerra civil de Siria es uno de esos casos excepcionales en que el uso limitado del poder en la región ha causado una importante reestructuración en el ámbito diplomático.
MADRID – Tras años de estar al margen, Rusia ha vuelto al centro del juego geoestratégico en Oriente Próximo. Con el trasfondo de la equívoca política de Estados Unidos, la calculada intervención rusa en la guerra civil de Siria es uno de esos casos excepcionales en que el uso limitado del poder en la región ha causado una importante reestructuración en el ámbito diplomático.