La catástrofe de la tuberculosis en Rusia

TOMSK, SIBERIA: Para Europa es un riesgo ignorar los problemas de salud pública de Rusia. También lo es para otros países industrializados que festejaron la caída de la Unión Soviética pero que no han respondido al colapso que ha sufrido la infraestructura de salud y servicios sociales en Rusia. En medio de un confuso remolino de ideología económica y de recomendaciones, en ocasiones poco sensibles, ha surgido una nueva forma de tuberculosis resistente a los fármacos que está resultando difícil de detener. Mucho se ha hablado sobre el declive de la esperanza de vida en Rusia –su “crisis de mortalidad”–. Aunque esa siniestra tendencia parece estarse revirtiendo lentamente, estamos perdiendo el control sobre otro problema: la tuberculosis. En varias regiones de Rusia, hombres jóvenes se están enfermando y muriendo de tuberculosis a un ritmo diez veces mayor al que existía hace apenas una década. En algunas áreas no rusas de la antigua URSS la situación es aún peor. Esto se debe a una confluencia de acontecimientos, incluyendo el colapso de la red de seguridad social de Rusia en el preciso momento en que los delitos menores y, en consecuencia, los encarcelamientos, llegaban a sus niveles más altos. Desde hace mucho, Rusia y los Estados Unidos han sido los líderes mundiales en cuanto a índices de encarcelamiento. En un contexto de guerras y desorden económico, Rusia ha tomado la delantera. Actualmente, la tuberculosis ha alcanzado niveles de epidemia en las cárceles de ese país. Uno de cada diez presos tiene la enfermedad. Las víctimas de la tuberculosis, sobre todo de la resistente a los fármacos, con seguridad estuvieron en prisión o tienen algún pariente que pasó por el sistema de justicia ruso. Como en el caso de otras enfermedades que se propagan por el aire, ni los muros de las prisiones ni las fronteras internacionales pueden detener a la tuberculosis resistente. En el estado de Massachusetts, donde yo practico la medicina, cerca del 70% de los casos de tuberculosis son diagnosticados en personas que nacieron en otros países. Esta proporción es más o menos similar en toda Europa occidental.

https://prosyn.org/yFx29fjes