MOSCÚ - El gobierno ruso, sólidamente afianzado en el poder, ha salido invariablemente indemne de los malos resultados, la ineficiencia, la corrupción y la violación generalizada de los derechos políticos y las libertades civiles. Las encuestas demuestran consistentemente que el pueblo ruso no se engaña: la gente responde habitualmente en los sondeos que los funcionarios públicos son corruptos y egoístas. Más del 80% de los rusos, de acuerdo con una encuesta realizada el verano pasado, cree que "en la práctica, muchos funcionarios públicos violan la ley."
MOSCÚ - El gobierno ruso, sólidamente afianzado en el poder, ha salido invariablemente indemne de los malos resultados, la ineficiencia, la corrupción y la violación generalizada de los derechos políticos y las libertades civiles. Las encuestas demuestran consistentemente que el pueblo ruso no se engaña: la gente responde habitualmente en los sondeos que los funcionarios públicos son corruptos y egoístas. Más del 80% de los rusos, de acuerdo con una encuesta realizada el verano pasado, cree que "en la práctica, muchos funcionarios públicos violan la ley."