VARSOVIA– Mientras las fuerzas rusas se repliegan en el este y el sur de Ucrania ante su contrataque maestro, algunos comentaristas occidentales sostienen que la guerra que inició el Kremlin en febrero no debe terminar con la «humillación» del presidente Vladímir Putin ni de Rusia. De hecho, debe ocurrir todo contrario: la consecuencia de la atroz agresión de Putin debe ser el riguroso escarmiento de Rusia en la escena mundial.
VARSOVIA– Mientras las fuerzas rusas se repliegan en el este y el sur de Ucrania ante su contrataque maestro, algunos comentaristas occidentales sostienen que la guerra que inició el Kremlin en febrero no debe terminar con la «humillación» del presidente Vladímir Putin ni de Rusia. De hecho, debe ocurrir todo contrario: la consecuencia de la atroz agresión de Putin debe ser el riguroso escarmiento de Rusia en la escena mundial.