LONDRES – Dos tragedias recientes –el derribamiento de un avión civil ruso en la península del Sinaí y la masacre terrorista en París dos semanas después- parecieron darle a Rusia y a Occidente algo en lo que ponerse de acuerdo: el Estado Islámico (ISIS) debe desaparecer. Pero un análisis más cercano de las operaciones militares de Rusia en Siria –para no mencionar el derribamiento de un avión de guerra ruso por parte de Turquía- sugiere que sería prematuro concluir que los objetivos rusos y occidentales pueden alinearse.
LONDRES – Dos tragedias recientes –el derribamiento de un avión civil ruso en la península del Sinaí y la masacre terrorista en París dos semanas después- parecieron darle a Rusia y a Occidente algo en lo que ponerse de acuerdo: el Estado Islámico (ISIS) debe desaparecer. Pero un análisis más cercano de las operaciones militares de Rusia en Siria –para no mencionar el derribamiento de un avión de guerra ruso por parte de Turquía- sugiere que sería prematuro concluir que los objetivos rusos y occidentales pueden alinearse.