MOSCÚ – Desde hace un mes, Moscú viene ardiendo en un calor de 40 grados (100 grados Fahrenheit) y un smog pesado y pegajoso que irrita los ojos. Los índices de monóxido de carbono han alcanzado niveles críticos, con una concentración seis veces por arriba del máximo permisible. Otras sustancias tóxicas en el aire de Moscú están nueve veces por encima del nivel normal.
MOSCÚ – Desde hace un mes, Moscú viene ardiendo en un calor de 40 grados (100 grados Fahrenheit) y un smog pesado y pegajoso que irrita los ojos. Los índices de monóxido de carbono han alcanzado niveles críticos, con una concentración seis veces por arriba del máximo permisible. Otras sustancias tóxicas en el aire de Moscú están nueve veces por encima del nivel normal.