NUEVA YORK – Diez años atrás esta semana, tanques rusos frenaron una marcha de pocas horas cerca de Tbilisi, la capital de Georgia. Esa breve guerra en el Cáucaso bajó el telón a casi dos décadas de hegemonía occidental post-Guerra Fría en Europa. Alentada por la administración del presidente norteamericano George W. Bush, Georgia había iniciado conversaciones para ingresar a la OTAN, incitando al presidente ruso, Vladimir Putin, a defender la línea roja que había trazado el año anterior. Rusia, anunció Putin en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de 2007, consideraría cualquier expansión futura hacia el este de las instituciones occidentales como un acto de agresión.
NUEVA YORK – Diez años atrás esta semana, tanques rusos frenaron una marcha de pocas horas cerca de Tbilisi, la capital de Georgia. Esa breve guerra en el Cáucaso bajó el telón a casi dos décadas de hegemonía occidental post-Guerra Fría en Europa. Alentada por la administración del presidente norteamericano George W. Bush, Georgia había iniciado conversaciones para ingresar a la OTAN, incitando al presidente ruso, Vladimir Putin, a defender la línea roja que había trazado el año anterior. Rusia, anunció Putin en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de 2007, consideraría cualquier expansión futura hacia el este de las instituciones occidentales como un acto de agresión.