LONDRES – “Los egipcios me han hecho un pedido” declaró el general Abdelfatah Al-Sisi, presidente de Egipto, en 2013. Apenas tres semanas después de llevar a cabo el golpe militar más brutal de la historia de Egipto, quería que "todos los egipcios honorables y decentes" salieran a las calles a marchar por los militares, otorgándole así a él y su ejército "el mandato y la orden de luchar contra la posible violencia y el terrorismo". Decenas de miles de egipcios respondieron a su llamado. Sin embargo, tres años después, la violencia y el terrorismo que Sisi se comprometió a evitar continúan siendo una poderosa realidad.
LONDRES – “Los egipcios me han hecho un pedido” declaró el general Abdelfatah Al-Sisi, presidente de Egipto, en 2013. Apenas tres semanas después de llevar a cabo el golpe militar más brutal de la historia de Egipto, quería que "todos los egipcios honorables y decentes" salieran a las calles a marchar por los militares, otorgándole así a él y su ejército "el mandato y la orden de luchar contra la posible violencia y el terrorismo". Decenas de miles de egipcios respondieron a su llamado. Sin embargo, tres años después, la violencia y el terrorismo que Sisi se comprometió a evitar continúan siendo una poderosa realidad.