SANTIAGO – En Santiago de Chile, en una de las salidas de una autopista urbana recién construida con fondos privados, hay un enorme grafito que dice: "¡Marx tenía razón!" En efecto, el desarrollo capitalista engendra sus propias contradicciones, como lo demuestra ese rayado.
SANTIAGO – En Santiago de Chile, en una de las salidas de una autopista urbana recién construida con fondos privados, hay un enorme grafito que dice: "¡Marx tenía razón!" En efecto, el desarrollo capitalista engendra sus propias contradicciones, como lo demuestra ese rayado.