Los malos ángeles de Venezuela

CARACAS – El pez no sabe que vive en el agua, lo da por sentado. Tendría que salir de ella para ver lo diferente que pueden ser las cosas. De igual forma, para que los seres humanos capten la singularidad de lo que consideran normal, deberían compararlo con el pasado - o con algo foráneo, que se contraponga a la corriente del momento.

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