BERLÍN – Originalmente, la Unión Europea era lo que los psicólogos llaman un “objeto fantasmático”, un objetivo deseable que inspira la imaginación de las personas. Yo la consideré la encarnación de una sociedad abierta: una asociación de Estados-nación que cedieron parte de su soberanía por el bien común y constituyeron una unión que no estaba dominada por una nación o nacionalidad.
BERLÍN – Originalmente, la Unión Europea era lo que los psicólogos llaman un “objeto fantasmático”, un objetivo deseable que inspira la imaginación de las personas. Yo la consideré la encarnación de una sociedad abierta: una asociación de Estados-nación que cedieron parte de su soberanía por el bien común y constituyeron una unión que no estaba dominada por una nación o nacionalidad.