SAO PAULO – Brasil ha perdido su arrogancia. De acuerdo con las previsiones de crecimiento para este año, la economía más grande de América Latina apenas crecerá más que Venezuela y El Salvador en esa región, y las perspectivas para el próximo año no son mejores. La divisa brasileña, el real, ha caído a su nivel más bajo frente al dólar en más de cuatro años, lo que obliga al gobierno a inyectar miles de millones de dólares en los mercados de futuros cambiarios y aumentar las tasas de interés para detener las fugas de capital –pocos años después de que se estableciera un nuevo impuesto para frenar las entradas. ¿Qué es entonces lo que verdaderamente está sucediendo en Brasil y qué se puede hacer para asegurar un futuro próspero?
SAO PAULO – Brasil ha perdido su arrogancia. De acuerdo con las previsiones de crecimiento para este año, la economía más grande de América Latina apenas crecerá más que Venezuela y El Salvador en esa región, y las perspectivas para el próximo año no son mejores. La divisa brasileña, el real, ha caído a su nivel más bajo frente al dólar en más de cuatro años, lo que obliga al gobierno a inyectar miles de millones de dólares en los mercados de futuros cambiarios y aumentar las tasas de interés para detener las fugas de capital –pocos años después de que se estableciera un nuevo impuesto para frenar las entradas. ¿Qué es entonces lo que verdaderamente está sucediendo en Brasil y qué se puede hacer para asegurar un futuro próspero?