LONDRES – Si los países desarrollados actuaran con racionalidad y en el interés de electorados que comprendieran cómo se gasta el dinero que pagan en impuestos, fijarían la edad de jubilación para sus pensiones públicas a los 70 años o más. Pero la mayoría tiene edades de jubilación por debajo de esta marca y, a pesar de ciertos avances, tomará décadas antes de que lleguen a ella. Mientras tanto, los estados de bienestar occidentales seguirán siendo inviables en lo financiero y propensos a sufrir dificultades económicas y tensiones políticas.
LONDRES – Si los países desarrollados actuaran con racionalidad y en el interés de electorados que comprendieran cómo se gasta el dinero que pagan en impuestos, fijarían la edad de jubilación para sus pensiones públicas a los 70 años o más. Pero la mayoría tiene edades de jubilación por debajo de esta marca y, a pesar de ciertos avances, tomará décadas antes de que lleguen a ella. Mientras tanto, los estados de bienestar occidentales seguirán siendo inviables en lo financiero y propensos a sufrir dificultades económicas y tensiones políticas.