Durante 350 años, la soberanía –la noción de que los estados son actores centrales de la escena mundial y que los gobiernos son esencialmente libres de hacer lo que deseen dentro de su propio territorio, pero no dentro del de otros estados- ha sido el principio organizador de las relaciones internacionales. Ha llegado el momento de reevaluarlo.
Durante 350 años, la soberanía –la noción de que los estados son actores centrales de la escena mundial y que los gobiernos son esencialmente libres de hacer lo que deseen dentro de su propio territorio, pero no dentro del de otros estados- ha sido el principio organizador de las relaciones internacionales. Ha llegado el momento de reevaluarlo.