ROMA – Los dirigentes mundiales han pregonado el éxito aparente de la consecución en 2010 –mucho antes del plazo de 2015– del objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de personas que estaban viviendo por debajo del umbral de la pobreza en 1990, pero, en medio de una pobreza duradera, una desigualdad en aumento y un crecimiento anémico en muchos países en desarrollo, el éxito de las políticas y los programas del pasado contra la pobreza parece dudoso.
ROMA – Los dirigentes mundiales han pregonado el éxito aparente de la consecución en 2010 –mucho antes del plazo de 2015– del objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de personas que estaban viviendo por debajo del umbral de la pobreza en 1990, pero, en medio de una pobreza duradera, una desigualdad en aumento y un crecimiento anémico en muchos países en desarrollo, el éxito de las políticas y los programas del pasado contra la pobreza parece dudoso.