BRUSELAS – La necesidad de contar con energía limpia volvió a ocupar un lugar prioritario en la agenda económica global. Los nuevos líderes de China ahora parecen reconocer que el esmog espeso y peligroso que cubrió a Beijing y otras ciudades es más que un problema de contaminación; es el resultado de un énfasis excesivo en la planificación económica a corto plazo.
BRUSELAS – La necesidad de contar con energía limpia volvió a ocupar un lugar prioritario en la agenda económica global. Los nuevos líderes de China ahora parecen reconocer que el esmog espeso y peligroso que cubrió a Beijing y otras ciudades es más que un problema de contaminación; es el resultado de un énfasis excesivo en la planificación económica a corto plazo.