Bruselas – En política no hay nada más deprimente que un líder que, en su desesperación por aferrarse al poder, arruine a su país. Con sus actos recientes, el Presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko, aparentemente se ha unido a la larga lista de gobernantes que han sacrificado el futuro de su país sólo para prolongar su mala administración.
Bruselas – En política no hay nada más deprimente que un líder que, en su desesperación por aferrarse al poder, arruine a su país. Con sus actos recientes, el Presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko, aparentemente se ha unido a la larga lista de gobernantes que han sacrificado el futuro de su país sólo para prolongar su mala administración.