BRUSELAS – El éxodo trágico de gente de Siria, un país desgarrado por la guerra, y de los países circundantes desafía la razón y la compasión del mundo. Desde 2011, unos cuatro millones de personas huyeron de Siria y muchos millones más se desplazaron internamente. Los vecinos de Siria -Jordania, Líbano y Turquía- actualmente dan asilo a la gran mayoría de los desplazados externamente. Pero, a medida que progresó la crisis, cientos de miles de refugiados se han dirigido hacia Europa. La mayoría tomó la ruta marina, de un peligro extremo.
BRUSELAS – El éxodo trágico de gente de Siria, un país desgarrado por la guerra, y de los países circundantes desafía la razón y la compasión del mundo. Desde 2011, unos cuatro millones de personas huyeron de Siria y muchos millones más se desplazaron internamente. Los vecinos de Siria -Jordania, Líbano y Turquía- actualmente dan asilo a la gran mayoría de los desplazados externamente. Pero, a medida que progresó la crisis, cientos de miles de refugiados se han dirigido hacia Europa. La mayoría tomó la ruta marina, de un peligro extremo.