Kenya está en llamas tras las elecciones presidenciales del 27 de diciembre que muchos creen que estuvieron manipuladas para asegurar la reelección de Mwai Kibaki. Los opositores de Kibaki salieron a las calles, el gobierno dio órdenes de tirar a matar y cientos de personas han muerto a manos de la policía, de grupos armados y a causa de la violencia interétnica. Estados Unidos ha encabezado la respuesta diplomática internacional, pero su enfoque está muy errado.
Kenya está en llamas tras las elecciones presidenciales del 27 de diciembre que muchos creen que estuvieron manipuladas para asegurar la reelección de Mwai Kibaki. Los opositores de Kibaki salieron a las calles, el gobierno dio órdenes de tirar a matar y cientos de personas han muerto a manos de la policía, de grupos armados y a causa de la violencia interétnica. Estados Unidos ha encabezado la respuesta diplomática internacional, pero su enfoque está muy errado.