LONDRES – La reciente matanza de El Paso (Texas), perpetrada por un joven blanco que poco antes había publicado una diatriba xenófoba cargada de odio, fue un llamado de atención hacia la afinidad retórica del presidente estadounidense Donald Trump con el supremacismo blanco. Una y otra vez, Trump insultó a mexicanos, afroamericanos y otros miembros de minorías étnicas. De los inmigrantes haitianos y africanos, dijo que vienen de “países de mierda”. El mes pasado les dijo a cuatro nuevas congresistas (Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ayanna Pressley e Ilhan Omar) que deberían “volver” al lugar de donde vinieron. No hace falta decir que las cuatro son ciudadanas estadounidenses; y todas menos una (Omar) nacieron en los Estados Unidos.
LONDRES – La reciente matanza de El Paso (Texas), perpetrada por un joven blanco que poco antes había publicado una diatriba xenófoba cargada de odio, fue un llamado de atención hacia la afinidad retórica del presidente estadounidense Donald Trump con el supremacismo blanco. Una y otra vez, Trump insultó a mexicanos, afroamericanos y otros miembros de minorías étnicas. De los inmigrantes haitianos y africanos, dijo que vienen de “países de mierda”. El mes pasado les dijo a cuatro nuevas congresistas (Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ayanna Pressley e Ilhan Omar) que deberían “volver” al lugar de donde vinieron. No hace falta decir que las cuatro son ciudadanas estadounidenses; y todas menos una (Omar) nacieron en los Estados Unidos.