ESTAMBUL – Soy un expolítico y un expresidente que siempre se ha manifestado contra la persecución política, y me siento obligado a llamar la atención sobre la triste situación de un político tunecino que está en la cárcel, Rached Ghannouchi. El fin de su detención estaba previsto para mediados de este año, pero ahora parece que se extenderá. Esa posibilidad me apena, como debería apenar a todo aquel que crea en la democracia. Ghannouchi ha sido un digno servidor de su país y de su pueblo, y no merece ser olvidado tras las rejas.
ESTAMBUL – Soy un expolítico y un expresidente que siempre se ha manifestado contra la persecución política, y me siento obligado a llamar la atención sobre la triste situación de un político tunecino que está en la cárcel, Rached Ghannouchi. El fin de su detención estaba previsto para mediados de este año, pero ahora parece que se extenderá. Esa posibilidad me apena, como debería apenar a todo aquel que crea en la democracia. Ghannouchi ha sido un digno servidor de su país y de su pueblo, y no merece ser olvidado tras las rejas.