CAMBRIDGE – Mientras que casi todos los países del mundo están tratando de fomentar el crecimiento, el gobierno de China intenta desacelerarlo para llegar a un nivel sostenible. A medida que China se transforma en una economía más impulsada por la demanda interna y más orientada a los servicios, una transición a un crecimiento menor es inevitable y deseable al mismo tiempo. No obstante, los desafíos son enormes y no debe esperarse que el proceso sea fácil.
CAMBRIDGE – Mientras que casi todos los países del mundo están tratando de fomentar el crecimiento, el gobierno de China intenta desacelerarlo para llegar a un nivel sostenible. A medida que China se transforma en una economía más impulsada por la demanda interna y más orientada a los servicios, una transición a un crecimiento menor es inevitable y deseable al mismo tiempo. No obstante, los desafíos son enormes y no debe esperarse que el proceso sea fácil.