DOHA – Cuando el 5 de junio las potencias árabes del Golfo anunciaron la interrupción de relaciones diplomáticas con Qatar por sus vínculos con el terrorismo, el mensaje fue claro: no alinearse con las políticas regionales supone un costo. Pero ya pasó casi una semana, y Qatar no parece tener prisa por amoldarse. Mientras tanto, la incoherencia de la política exterior del presidente estadounidense, Donald Trump, prolonga esta fractura regional.
DOHA – Cuando el 5 de junio las potencias árabes del Golfo anunciaron la interrupción de relaciones diplomáticas con Qatar por sus vínculos con el terrorismo, el mensaje fue claro: no alinearse con las políticas regionales supone un costo. Pero ya pasó casi una semana, y Qatar no parece tener prisa por amoldarse. Mientras tanto, la incoherencia de la política exterior del presidente estadounidense, Donald Trump, prolonga esta fractura regional.