ESTOCOLMO – Hace cinco años este mes, una escuadrilla de “hombrecitos verdes” (soldados sin ninguna insignia nacional) tomó el control de una estación de policía en Sloviansk, una pequeña ciudad del óblast de Donetsk en el este de Ucrania. Así empezó la segunda etapa de la campaña de Rusia para desmembrar a Ucrania, después de su ilegal anexión de Crimea en marzo de aquel año. Como dejaron en claro las declaraciones mismas del Kremlin en aquel tiempo, el objetivo de Rusia era establecer un miniestado semiindependiente (“Novorossiya” o “Nueva Rusia”) en el sur de Ucrania y reducir el resto del país a una suerte de Gran Galitzia.
ESTOCOLMO – Hace cinco años este mes, una escuadrilla de “hombrecitos verdes” (soldados sin ninguna insignia nacional) tomó el control de una estación de policía en Sloviansk, una pequeña ciudad del óblast de Donetsk en el este de Ucrania. Así empezó la segunda etapa de la campaña de Rusia para desmembrar a Ucrania, después de su ilegal anexión de Crimea en marzo de aquel año. Como dejaron en claro las declaraciones mismas del Kremlin en aquel tiempo, el objetivo de Rusia era establecer un miniestado semiindependiente (“Novorossiya” o “Nueva Rusia”) en el sur de Ucrania y reducir el resto del país a una suerte de Gran Galitzia.