MOSCÚ – Desde la caída de la Unión Soviética, el poder político dentro del Kremlin siguió la lógica del juego de la silla. Aparecen factotums y desaparecen, para volver a aparecer más tarde, todo según los caprichos de aquel que mande. Y durante la mayor parte de este siglo, aquel que manda ha sido Vladimir Putin.
MOSCÚ – Desde la caída de la Unión Soviética, el poder político dentro del Kremlin siguió la lógica del juego de la silla. Aparecen factotums y desaparecen, para volver a aparecer más tarde, todo según los caprichos de aquel que mande. Y durante la mayor parte de este siglo, aquel que manda ha sido Vladimir Putin.