CAMBRIDGE – La violencia contra las mujeres y niñas se intensifica durante los períodos de crisis. No debiera sorprendernos que la COVID-19 haya aumentado el riesgo de violencia de género. Incluso antes de la pandemia, de cada tres mujeres en el mundo, una informó haber sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja. Como confinaron a las mujeres en sus hogares con los abusadores, las cuarentenas debidas a la pandemia aumentaron su exposición a la violencia. Los confinamientos aumentaron además las dificultades económicas y redujeron el menor acceso de las mujeres a los recursos y sistemas de asistencia que las ayudan a escapar de las relaciones abusivas.
CAMBRIDGE – La violencia contra las mujeres y niñas se intensifica durante los períodos de crisis. No debiera sorprendernos que la COVID-19 haya aumentado el riesgo de violencia de género. Incluso antes de la pandemia, de cada tres mujeres en el mundo, una informó haber sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja. Como confinaron a las mujeres en sus hogares con los abusadores, las cuarentenas debidas a la pandemia aumentaron su exposición a la violencia. Los confinamientos aumentaron además las dificultades económicas y redujeron el menor acceso de las mujeres a los recursos y sistemas de asistencia que las ayudan a escapar de las relaciones abusivas.