MADRID – Larebelión que protagonizó del 23 al 24 de junio pasados el jefe del Grupo Wagner Yevgueni Prigozhin expuso la fragilidad del régimen liderado por el presidente ruso Vladímir Putin. Aunque poco después cedió y ordenó a su ejército de mercenarios detener el avance hacia Moscú, el levantamiento del caudillo resalta una vez más los riesgos inminentes y existenciales que plantea al mundo una potencia nuclear agresiva e inestable.
MADRID – La rebelión que protagonizó del 23 al 24 de junio pasados el jefe del Grupo Wagner Yevgueni Prigozhin expuso la fragilidad del régimen liderado por el presidente ruso Vladímir Putin. Aunque poco después cedió y ordenó a su ejército de mercenarios detener el avance hacia Moscú, el levantamiento del caudillo resalta una vez más los riesgos inminentes y existenciales que plantea al mundo una potencia nuclear agresiva e inestable.