LONDRES – La liquidez es a la economía moderna lo que el lubricante al motor de un automóvil. Si se le pone suficiente, todo funciona bien; si se le pone muy poco, el resultado es un desastre candente y humeante. Pero, mientras que el aceite lubricante se puede medir fácilmente, la liquidez financiera aparece hoy y desaparece mañana. Siempre hay una crisis financiera a la vuelta de la esquina, y la próxima puede ser consecuencia del rápido crecimiento de las criptomonedas –y especialmente de las llamadas "stablecoins" o "criptomonedas estables"–.
LONDRES – La liquidez es a la economía moderna lo que el lubricante al motor de un automóvil. Si se le pone suficiente, todo funciona bien; si se le pone muy poco, el resultado es un desastre candente y humeante. Pero, mientras que el aceite lubricante se puede medir fácilmente, la liquidez financiera aparece hoy y desaparece mañana. Siempre hay una crisis financiera a la vuelta de la esquina, y la próxima puede ser consecuencia del rápido crecimiento de las criptomonedas –y especialmente de las llamadas "stablecoins" o "criptomonedas estables"–.