SAO PAULO – La mayor economía de América Latina está sumida en una larga crisis política, agravada por la tentación del populismo. Como una droga, este ha atraído a los brasileños con fantasiosas promesas de mayores estándares de vida y más bienestar. Sin embargo, los presidentes populistas han registrado durante 16 años índices récord de desempleo, elevados déficits presupuestarios, el regreso a la pobreza de millones de personas y la peor recesión económica en un siglo.
SAO PAULO – La mayor economía de América Latina está sumida en una larga crisis política, agravada por la tentación del populismo. Como una droga, este ha atraído a los brasileños con fantasiosas promesas de mayores estándares de vida y más bienestar. Sin embargo, los presidentes populistas han registrado durante 16 años índices récord de desempleo, elevados déficits presupuestarios, el regreso a la pobreza de millones de personas y la peor recesión económica en un siglo.